Sola en mi dormitorio, me di cuenta de que no recordaba cuándo me había reído con ganas por última vez.
Pero el libro había llenado mi tiempo, me había hecho una compañía tranquila, constante, la compañía de esos personajes que no existían y no existirían nunca pero que, de alguna forma, me hacían sentir menos..., menos sola.
Haz lo que ames, lo que tú necesites. Solamente.
—¿Por qué iba a querer resucitar a Jurian? Era tan terrible. Lo único que le gustaba era hablar de sí mismo.
—Tú, tú eres mi salvación, Feyre.
Yo no era una mascota, una muñeca, un animal. Era una sobreviviente y era fuerte. No volvería a ser débil ni indefensa. No quería, no podía permitir que me quebraran. Que me domesticaran.
—En lo arrogante...
—Eso también.
Hay diferentes clases de oscuridad. Está la oscuridad que asusta, la oscuridad que tranquiliza, la oscuridad inquieta. Está la oscuridad de los amantes y la oscuridad de los asesinos. Se convierte en lo que cada uno desea que sea, necesita que sea. No es totalmente mala ni totalmente buena.
—Considerando que la última vez que fuiste las cosas no terminaron bien, Cassian...
—Rompí un edificio, uno sola...
—Por lo menos sois mucho más buen mozo que vuestro primero. A él era difícil mirarlo —[...]— Mis condolencias, por supuesto.
—El problema, me doy cuenta, es que me gusta Tarquin —dijo sin saludar—. Incluso Cresseida me gusta. Varian..., podría vivir sin Varian, la verdad, pero unas semanas con Cassian y Azriel y los tres se llevarían muy bien y yo tendría que aprender a apreciarlo.
Por las estrellas que escuchan y los sueños que se hacen realidad.
Eso era bueno. Sí, todos ellos hacían muy bien en tenerles miedo. En tenerme miedo a mí.
¿Crees que no sé cómo se escriben las historias?... cómo se va a escribir esta historia? Soy el lord oscuro, el que robó la novia de Primavera. Soy un demonio y una pesadilla y voy a terminar mal. Él es un príncipe dorado..., el héroe que va a terminar recibiéndote como recompensa por no morir de estupidez y arrogancia.
En mi vida he conocido a muchos altos lores [...] Crueles, astutos, débiles, poderosos. Pero nunca uno que soñara. No como sueña él.
—Se te ve muy bien Jurian —dijo Rhys [...]—. Para ser un cadáver, quiero decir.
¡Y estas son las frases que más me gustaron del libro!
Cuéntenme qué les pareció si ya lo leyeron, y cuál es su frase favorita.